Las mejores cosas: Me encantó el ambiente de camaradería en este rancho turístico. disfruté de las actividades nocturnas alrededor de la fogata, donde un vaquero cantaba y los niños podían disfrutar de malvaviscos bajo las estrellas. El alojamiento en las cabañas era cómodo y pude descansar perfectamente. Además, el personal era muy amable y el trato fue maravilloso. La ubicación era excepcional, con hermosos paisajes naturales para explorar.

De verdad no hay nada que no me haya gustado.

El alojamiento es espectacular, con cabañas preciosas en un paraje excepcional. ¡El trato fue maravilloso! Casey, el vaquero, nos hizo sentir geniales. Nos cuidó, nos hizo reír y nos sorprendió con su música divertida. Además, disfrutamos de una fogata nocturna bajo el cielo estrellado. ¡Increíble!

Ambiente de camaradería agradable, con fogata y música en vivo. Comida casera y servicios interesantes como paseos a caballo. Perfecto para descansar cerca del Gran Cañón.

A pesar de estos inconvenientes, nuestra experiencia en general fue genial y disfrutamos mucho de nuestra escapada romántica.

Mi estancia en Grand Canyon Ranch fue espectacular. Las cabañas eran preciosas y el paraje excepcional. El trato recibido por el personal fue maravilloso, realmente se preocuparon por hacer de mi estancia una experiencia increíble. La fogata nocturna fue especialmente especial, una manera perfecta de disfrutar de la noche.

Recomendaría este lugar.

El rancho es auténtico y con una gran ambientación. Las cabinas son cómodas y perfectas para descansar. El restaurante ofrece buena comida. Los paseos a caballo/carruaje son interesantes. La hoguera con Casey, que toca la guitarra y cuenta historias, es divertida. A solo 20 minutos del Gran Cañón.

Me sentí seguro caminando por la noche, no tengo ninguna queja.

Casey, el anfitrión, es increíblemente amable y divertido

El lugar es precioso y bien ambientado. Las cabañas son cómodas para descansar.- La comida en el restaurante es buena.- Tours en helicóptero a precios más baratos

Nada que decir.

el hotel es maravilloso, nos transportó al lejano oeste de verdad. El personal fue increíblemente educado y agradable, nos dieron un trato excepcional. El dueño habla español y es muy simpático y familiar. Recomiendo este lugar al 100%.

El termostato de la calefacción no funcionaba, así que pasamos mucho frío el primer día y mucho calor el segundo.

El rancho es simplemente alucinante. Los detalles decorativos y la ambientación te transportan directamente al viejo oeste. Los animales, como los caballos y cabras, añaden un toque auténtico. Pero lo más asombroso fue la hoguera nocturna, con un vaquero cantando y tocando la guitarra, mientras disfrutábamos de malvaviscos. ¡Una experiencia única junto al Gran Cañón!

Personal amable, comida casera, impresionante cielo estrellado, ambiente yanki divertido, gran vaquero Casy.

Para mí nada.

Pudimos disfrutar de una noche estrellada mágica en el Gran Cañón Western Ranch. Las cabinas de madera nos transportaron al lejano oeste y la ubicación era extraordinaria, rodeada de entornos naturales incomparables. Además, disfrutamos de un divertido paseo a caballo. A pesar de algunos precios elevados y la falta de wifi en la instalación, recomendaría este hotel al 100%. En general, tuvimos una experiencia maravillosa.

Tuve una estadía maravillosa en Grand Canyon Western Ranch. Aunque solo pude estar unos días, me encantó lo acogedor y rústico que es el hotel. Te transporta al lejano oeste de verdad. El personal es increíblemente educado y agradable, me trataron como en ningún otro hotel. Casey, el dueño, habla español y es súper simpático y familiar. Además, hace una música divertida a todas horas. Las cabañas son preciosas y el paisaje es excepcional. También tuvimos la oportunidad de participar en una fogata nocturna, que fue muy especial. Recomiendo este hotel al 100%.

No dudaría en recomendar este hotel.

El alojamiento en las cómodas cabañas fue perfecto para descansar. El restaurante ofrecía una deliciosa comida y había interesantes servicios disponibles como paseos a caballo y en carruaje, aunque con costos adicionales. Disfrutamos mucho de la fogata con Casey, quien tocaba la guitarra y contaba historias divertidas. Esta experiencia fue realmente única y está a solo 20 minutos del Gran Cañón.

No hay nada malo que decir.

La limpieza de las cabañas era impecable, y las instalaciones del hotel estaban en buen estado. Además, había suficiente espacio de estacionamiento disponible y el personal era amable y servicial.

Para ser sincero, nada que no me haya gustado.